Si bien el Día del Libro tiene su fecha conmemorativa el 23 de abril a nivel internacional, la Argentina tiene su jornada especial: el 15 de junio. La fecha se remonta hace 113 años atrás, cuando un grupo de mujeres se juntaron especialmente en un concurso de literatura.
Cada 15 de junio se celebra el Día del Libro en Argentina. La jornada tiene su origen en 1908, cuando el Consejo Nacional de Mujeres organizaba la primera entrega de los premios de su concurso literario ese día y luego lo instaló como fecha conmemorativa.
Años más tarde, en 1924, el Consejo logró que el presidente Marcelo T. de Alvear firmara un decreto que declaró oficialmente el día como “Fiesta del Libro”. Luego, en 1941, por una resolución del Ministerio de Educación, se cambió el nombre por Día del Libro, la cual se mantiene actualmente conservando los mismos objetivos: fomentar la lectura entre las comunidades de todo el país.
Desde entonces esta fecha dedicada como “un día especial del año a la recordación del libro como registro imperecedero del pensamiento y de la vida de los individuos y las sociedades, y como vínculo indestructible de las generaciones humanas de todas las razas, lenguas, creencias, etcétera” se celebra todos los años en nuestro país.
Cabe recordar que la UNESCO, que distingue anualmente a una ciudad del mundo como seleccionó en 2011 a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires como “Capital Mundial del Libro” por su “la calidad y variedad de acciones que promueven la actividad literaria” en una ciudad que “cultiva la lectura y la creación como una de sus principales actividades simbólicas”.
El Día del Libro es una forma de revalorizar al libro. Resulta fundamental durante la primera etapa de la vida de las personas, en el ámbito escolar, en las bibliotecas y es un hábito beneficioso para el despertar del pensamiento.
Artículo tomado de https://la100.cienradios.com/